¡Inmigrantes, emprendedores y ahora: papás!
- Federico Giraldo
- Aug 12
- 3 min read

Si hay algo cierto en Estados Unidos es que el tiempo corre más rápido. ¡No rinde! Los días se acaban cuando apenas comienzan y cuando terminan estamos tan cansados que solo provoca echarse en un sofá a ver series o irse a la cama a dormir.
¡Qué trabajadera! Encima, las distancias son largas y si tenés que ir a una oficina, prepárate, porque vas a pasar 2 horas en el tráfico del Palmetto.
Y si a todo esto le ponemos ¡Boom! ¡Un bebeeeeeeeee!
En la sala de un hospital en el verano de 2025…a las 4:58 nació Lorenzo.
Nosotros que andábamos por la vida todos maniboliados, de repente teníamos en brazos a un pequeño jefe que no le importan los deadlines de diseño gráfico. Pero aunque la vida se detenga para hacer sus milagros, el Tío Sam y sus industrias no.
Ahora entiendo a mis amigos con hijos que no podían ir con nosotros a la playa o a parchar un viernes en la noche. El chiquitín es el que domina tu calendario y no le puedes dar maybe ni decline.
Los primeros días, como dicen todos, fueron los más difíciles. Aunque somos independientes procuramos darle a Valen un maternity leave mientras yo piloteaba los proyectos que corrían con la menor alteración posible. Y sí que lo logramos, nuestros clientes ni se enteraron hasta que ya estábamos en casa, después de 10 días en NICU con el pequeño.

En Colombia las condiciones para emprender son más difíciles, pero las condiciones para ser papás podrían ser mejores. Está presente tu red de apoyo, los abuelos, las tías y los tíos. Acá en Miami, aunque tengas familia y amigos, todos están igual o más ocupados, tener una niñera de medio tiempo es para millonarios excentricos que se dan ese lujo mientras comen muelas de cangrejo azul del mar Adriático, cocinadas con agua extraída directamente del témpano con el que chocó el Titanic.
¿Un hijo es un freno? ¿O un acelerador?
A medida que avanzan los meses aprendemos a manejar mejor el gran dilema. “Man, tenemos que trabajar para cuidarte, pero por cuidarte no tenemos tiempo de trabajar, ¿Cómo hacemos amiguito?” Entonces te toca ser creativo, muy creativo, para poder manejar el tiempo, generar ingresos y mantenerte relevante en esta jungla. Pausa en la escritura.
Acaba de haber un deslizamiento de tres días en la habitación de al lado y debo ir a dar una mano.
Vuelvo con las manos lavadas para seguirte contando que somos muchos los que estamos así en este país. Piloteando la paternidad, manteniendo la prosperidad de nuestros negocios y saliendo a buscar la papita, porque no es cierto eso de que “vienen con el pan bajo el brazo”. Llevo buscando cuatro meses en su sobaco y hurgando en los rollitos, pero nada: ¡Pan bajo el brazo no hay! Nada llega porque sí, por bendición o porque te lo mereces, toca salir a buscarlo como el pitecántropo saliendo a cazar para conseguir un pernil de ñu para el almuerzo.
Hoy veo a Valen, mi socia en el trabajo y en la vida, haciendo un gran esfuerzo, soy testigo de su transformación y admiro su valentía que le hace honor a su nombre. Es duro para ambos el cambio tan drástico, pero sabemos que es temporal y que nuestro bebé será un niño con quien volver a hacer nuestros planes al aire libre, que un día ira al colegio, luego a la U y partirá de nuestros brazos, volando en un blanco dragón de la suerte como el de Atreyu, dejando atrás a sus padres, como nosotros, cuando decidimos volar hacia nuestra Fantasía en el extremo sur del norte.

Solo me queda compartir con los emprendedores, inmigrantes y papás como nosotros, mucha presencia y agudeza mental para aprovechar cada oportunidad que se presenta, el pan está bajo el brazo con el que dominas tu talento.

Comments