¡Me voy! ¡Me largo! ¡No me olviden! ¡Pico y Chao!
Después de un año de relación a distancia llegó el momento de tomar una decisión. O Valen se devuelve para Medellín o Fede se va para Estados Unidos. Si algo mantuvo nuestro noviazgo era que teníamos un propósito: estar juntos. Que ella se devolviera era el camino más fácil y tal vez, el más predecible. Pero nuestra alma exploradora nos llevaría a recorrer el camino difícil con vista al mar: El de la Florida.
Yo era Director Creativo en DDB Medellín, Colombia. La agencia donde me sentí más feliz durante mi carrera como empleado. De su cultura aprendí a ir más allá de la primera idea, a rayar en el papel antes de ir al compu y lo más importante, aprendí que la libertad fomenta la creatividad. Esta agencia cimienta su cultura en cuatro libertades: La libertad del miedo, la de fallar, la de ser como eres, y la libertad del caos.


Irme de la agencia significaba dejar mi puesto como Director Creativo para Bancolombia, la marca de servicios más valiosa del país, la marca financiera #1 en Top of Mind y de mayor impacto en Redes Sociales en 2015 según un estudio de Invamer gallup y revista Dinero. Pero el amor es más fuerte, pero el amor es más fuerte.

Tomar la decisión de irte de tu país no puede ser algo que se tome a la ligera. Si bien miles de personas en latinoamérica salen huyendo por difíciles condiciones como la violencia o la pobreza, los que deciden emigrar por otras razones como crecimiento profesional o encontrarse con su pareja, lo hacen diseñando un plan para dar el salto.
¿A qué voy con todo esto?
Porque me gusta comparar la historia de migración de las personas con la historia de migración de las marcas. Si eres latino en Estados Unidos sabes muy bien que llegar acá significa empezar de cero en muchos aspectos. Que si en tu país eras “alguien” aquí te toca volver a construir ese “alguien”.
Sin más preámbulos, aquí tienes esta lista que yo llamo:

Lo que cualquier marca inmigrante debería hacer para romperla en Estados Unidos etc, etc, etc:
1.Diseña una estrategia para llegar con tu marca a Estados Unidos. Define cuáles son tus objetivos más cercanos, cómo puedes lograr pequeñas ganancias en el día a día y cuales son tus grandes ganancias. Define qué es para tí romperla en este país y encuentra el por qué de lo que te motiva. ¿Qué vas a traer en tu maleta ¿Qué vas a dejar? ¿Qué necesitas aprender? ¿Con quién vas a contar?.
2. Tómate un shot de humildad: Que tu marca sea un éxito en tu país no significa que lo vaya a ser en Estados Unidos. Si algo pesa en la maleta de un inmigrante es su ego. Así que libérate de este peso y mantén tu marca abierta a las maravillosas e impredecibles oportunidades que ofrece este país. Recuerda la historia del ingeniero inmigrante que empezó como ayudante de mesero y ahora es chef ejecutivo de una reconocida cadena de restaurantes en Seattle.

3. Entra con actitud: Confía en lo que sabes hacer, que le bajes al ego no significa renunciar a tu propósito, a tu personalidad o a lo feliz que te sientes porque tuviste éxito en tu país. Entra al mercado norteamericano sin complejos como lo hace Karol G cuando habla inglés, o como yo en esta foto:

4. Cultiva tu red de apoyo: En mi caso busqué una abogada de inmigración especializada en visas de talento para latinos, además conecté con amigos y familiares que podían ayudarme a encontrar trabajo. Como negocio latino te sugiero hacer lo mismo: haz colaboraciones con marcas y creadores de contenido locales, riega la voz con amigos, amigos de amigos y familia, conecta con otros empresarios de tu misma industria, en fin, activa tus redes y combina todas las formas de lucha.
5. Dimensiona el tamaño del país: Estados Unidos es MUY grande, en él cabe 9 veces Colombia y 3.5 veces Argentina. Más allá de lo geográfico, en cada estado conviven cientos de culturas, siendo la población de origen hispano la minoría étnica más grande del país: Somos el 19.1 % de la población con un total de 64 millones de personas. De ahí la importancia de construir a partir de un nicho cultural dentro del mercado norteamericano, pero de eso hablaremos en otro artículo.

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