Íbamos en un taxi por El Poblado cuando por primera vez hablamos de la posibilidad de vivir juntos. Entonces se abrieron dos caminos: o ella se devolvía a Medellín o yo me iba para Miami. Siendo ambos colombianos, el camino más fácil sería que ella se devolviera a vivir conmigo. Si así quisiéramos, la próxima semana estaríamos juntos. Pero ya había ido a visitarla varias veces y la vida en Miami al lado del mar nos encantaba a los dos. Además, Valen llevaba apenas unos meses y ya tenía trabajo como ingeniera en el banco. (Acá tienes el chisme completo de cómo nos conocimos)
Vamos por el camino largo.
Para emigrar me puse dos condiciones: poder viajar a Colombia y tener permiso en Estados Unidos para trabajar en lo mío.
Por fortuna, para los creativos publicitarios existe una visa que requiere demostrar que tu aporte será brillante y significativo para el país. Cuando hablamos con la abogada, nos dimos cuenta de que yo cumplía con la mayoría de los requisitos: trabajar en una agencia de renombre, check, certificados de premios de la industria, check, publicaciones en revistas como Lürzer's Archive, check, haber sido jurado en premios internacionales, check, diploma de honor en la carrera de publicidad, check, check, check…
Eres cruel pero justo tio Sam.
Sin embargo, faltaba el requisito más difícil: tener un empleador en EE. UU. que respaldara mi solicitud. Tras seis años de estabilidad, debía buscar trabajo... ¡y en otro país! Creía que la estructura multinacional de la empresa facilitaría la reubicación entre agencias, y que los empleados podrían trasladarse de un país a otro por medio de un proceso en recursos humanos, pero al menos para mí, no fue así. Dependía del favor personal del CEO, quien me presentó al Director Creativo de la oficina de Miami para ver si me ganaba el puesto. Muchas gracias, pero no pasó nada después de la entrevista. Toma tu portazo en la cara.
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Eres en un puerto.
En ese entonces había leído acerca de la teoría de los seis grados, esta es una idea que sugiere que cualquier persona en la Tierra puede estar conectada con cualquier otra persona a través de una cadena de conocidos que no tiene más de cinco intermediarios. En otras palabras, cada individuo está separado de cualquier otro individuo, por famoso que sea, por cerca de seis conexiones.
Así que yo podría estar conectado con cualquier persona de la industria publicitaria gringa, a través de mis conocidos más cercanos. Entonces tomé mi libreta, puse un sticker de Bill Bernbach en la mitad de una hoja y dije:
Este soy yo. A ver, ¿a quién conozco?
Y empecé a dibujar alrededor nombres de amigos, colegas y conocidos que podrían conectarme con posibles empleadores en agencias de publicidad latinas en Miami. En el medio de la hoja yo era el puerto en conexión con nodos que me llevarían a mi destino.
Reconozco que pude ser un pain in the ass para algunos de ellos, pero agradezco demasiado a quienes se tomaron el tiempo para responderme en un chat, para recibirme en su oficina o para compartir una cerveza. De hecho, me conectaron con otros colegas, le enviaron mi portafolio a sus jefes y me dieron insights importantes en mi job hunting en Estados Unidos.
En retribución a la buena onda de mis contactos, prometí siempre responder a amigos, colegas o desconocidos que están en búsqueda de empleo. Y si no puedo ayudarles, prefiero ser sincero y decirles que no, a no responder sus mensajes.
Lo que estás buscando también te está buscando a ti.
A Sebas lo encontró una head hunter que andaba buscando Director Creativo para una agencia en Miami. Sebas recordó que un año atrás nos comimos una hamburguesa en un local de Coconut Groove y que hablamos de mi búsqueda de empleo. Entonces me conectó con ella y después de 5 entrevistas en inglés y una en español, fue como empezó mi historia como Director Creativo Asociado en República Havas. Agencia que me promovería a emprendedor tres años después. (¡Este cuento ya lo conté!)
Usa el poder de la red.
Al igual que las personas, las empresas también deben ser un centro de conexiones, un puerto. Por eso nuestra agencia se llama así, porque conectamos a empresas hispanas en Norteamérica y Latinoamérica con sus clientes potenciales en Estados Unidos.
Con el poder de la creatividad, el contenido de valor y las redes sociales podemos ir más allá de tu red personal y multiplicar exponencialmente tu mensaje para llegar más rápido a tu destino. Y no se trata solo de tener contactos para llegarle a tus clientes o empleadores potenciales, se trata de conectar de manera memorable, útil y emocionante para que sea fácil de compartir entre los nodos de la red.
Además, cuando una marca de origen hispano llega a El Puerto Agency, cuenta con nuestra red de creadores de contenido en el sur de la Florida, influencers locales y nacionales, copywriters con inglés nativo y la dirección estratégica necesaria para saltar barreras culturales e ir con toda por el mercado de Estados Unidos.
Si tienes una marca y necesitas conectarte con tu gente en Estados Unidos, o si estás en búsqueda de empleo y crees que puedo ayudarte, no dudes en escribirme o en agendar una llamada. ¡Aquí te dejo mi disponibilidad horaria!
