Recién volvía a la agencia luego de mis vacaciones y estaba a punto de abonar por adelantado mil quinientos dólares a mi tarjeta de crédito cuando recibí la llamada de recursos humanos:
- Fedrikoh, do you have a minute?.
Cancelé la operación, me puse el laptop bajo el brazo y bajé las escaleras de la agencia hacia la oficina donde me esperaban el míster y la señora HR.
El míster, un tipo siempre frentero, esta vez no me miraba a los ojos y, en su lugar, fue la señora HR quien sentenció el fin de mi ciclo profesional como empleado de agencia: -We are letting you go, Fedrikoh.
-Thank you! -No me tembló la voz para decir mis primeras palabras tras 16 años de grandes éxitos en agencias de publicidad.
-Thank you! -Palabras importantes que dije al míster y a la señora HR por haberme elegido como empleado, promovido a director creativo y darme el sponsorship de mi visa de talento, lo cual me permitía vivir y trabajar en Estados Unidos, un país al que no emigré por necesidad sino por Amor (Parte de esa historia se las puede contar Ander)
Tras el shock que sentí por haber sido despedido por primera vez en mi carrera, pasé los primeros meses mejorando mi portafolio y buscando empleo en agencias de publicidad, pero creo que se me notaba el desespero y en las pocas entrevistas que tuve no estuve lúcido ni en mi inglés ni en mi discurso.
Por ejemplo, en una entrevista telefónica le dije a la de recursos humanos: “I just get laid with my co-creative director.” Cuando quería decir: “I just get laid off with my co-creative director”. 🤦🏽
Está claro que no me preparé tan bien como cuando pasé todas las entrevistas en la primera agencia en la que trabajé en los Estados Unidos. Quizás, en el fondo, sabía que era el momento de dirigir mi barco a otro destino.
Mientras tanto, empecé a enseñar en Miami Ad School y a hacer trabajos de branding. aunque mi background en agencias era de copywriter mi esposa Valentina me animó a volver a diseñar. Al haberme dedicado tantos años al copy, descuidé un talento que tengo desde niño. Entonces tuve la oportunidad de realizar proyectos de diseño de logo y naming en los que usé todos los skills aprendidos durante mi carrera.
El día que la señora HR me dijo: “do you have a minute?” no me di cuenta, pero esa patada en el trasero fue el empujón que necesitaba para volver a enamorarme de mi profesión y pasar de ser freelance a fundar una agencia con mi esposa: un Puerto para que nosotros y quienes trabajan en nuestros proyectos podamos tener la libertad de decidir sobre nuestros tiempos, presentar ideas sin burocracia y desarrollarlas desde el lugar del mundo que queramos.
Hoy, desde mi home office de El Puerto Agency, puedo decir que extraño trabajar en el mismo espacio con amigos y gente talentosa, así como extraño los cafecitos, las conversaciones de pasillo, los summer fridays, el trabajo para marcas globales y los juegos de ping pong a muerte para descomprimir el estrés que trae consigo el día a día en las agencias tradicionales.
Sin embargo, estas experiencias las cambié por poder trabajar con la cantidad justa de personas para cada proyecto, en un modelo de agencia más eficiente y feliz pues contratamos por proyectos a creativos, productores, editores, estrategas y amigos que coinciden en querer tener una vida más libre y balanceada, pero con la responsabilidad de cumplir sagradamente los deadlines y entregar productos con altos estándares de calidad.
El Puerto Agency no sólo es un punto de partida hacia el éxito para las marcas, sino también un punto de encuentro para quienes quieran ser parte de una generación de profesionales de la publicidad que creen que las mejores ideas surgen de la libertad de tener tiempo y espacio para hacer su vida, ir a cine, leer un libro, estar con la familia, hacer ejercicio, viajar, cuidar su salud mental y, en definitiva, de trabajar en esta hermosa profesión de una forma fresca y humana.
Así que, de nuevo: ¡Gracias queridas agencias por todo lo que me enseñaron! Gracias a mis talentosos compañeros y mentores y thank you!, señora HR, por llamarme justo antes de pagar mil quinientos dólares por adelantado, pues esa platica la iba a necesitar.
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Si llegaste hasta aquí y eres un profesional independiente del marketing o de la comunicación creativa y coincides con nuestra visión, no dudes en escribirme, podemos formar equipo para futuros proyectos.
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